Elena Guzmán Ramón: La decisión de Leyla: El amor otra manera, amor propio (Cuento)

 


Es alguien de otro mundo, un ser sobrenatural, Leila enamoradísima de León.
León es pareja sentimental de Leila, 36 años de tez blanca, tostado por el sol, cabello largo y con rastas -trenzas finamente entrelazadas- apuesto, con personalidad; lucía más moreno que Leila. Ella voluntariosa, morena, muy bella, con 34 años se sabe agraciada, por todo protesta y protesta. A la hora de amarse, hacen la unión perfecta.
-Te voy a decir porqué mudarnos de nuevo por séptima vez, me gusta sí, me gusta este lugar Huatulco, Oaxaca, México; donde las crestas del mar golpean las olas en sinfonía sin igual. Dónde encontramos un buen departamento, no lujoso más si en un precioso lugar, dónde tú tienes un trabajo y yo por igual, mis ventas son buenas -vende collares, playeras diariamente en la playa y el malecón-. Nos vamos a mudar porque somos tan libres, tan ansiosos de conocer más, es una inquietud que me persigue de andar y andar. Pues al final de nuestras vidas, nada nos vamos a llevar.
Pero Leo- Dice ella- ya es mucho vagar y vagar, hagamos un alto, finquemos un hogar, hay unos terrenos que venden no muy lejos de la playa y ahí podemos comprar. Tengamos críos, tres o dos, niñas y/o niños.
¡Tengo esa ilusión de veras!
León le oye, sin escucharla ni prestarle atención, en su celular el mapa de otra ciudad buscaba.
-Dijo ella- Tenemos preparación, tú ingeniero y yo enfermera, ¡paremos ya!
Al final de un largo silencio por parte de su interlocutor, ella se viste con ropa fresca y holgada y sale, molesta, de golpe cierra la puerta y sale a la calle.
Aún está claro el día son las 6.30 de la tarde. León se queda absorto en su nuevo plan.
Caminando por el boulevard, con un anuncio de espectacular, en una parada de autobuses, Leila se encuentra con un comercial que dice: Sé tú mismo Coaching de tu vida. ¿Dónde quieres parar? Precisamente, el lugar indicado queda cerca y ahí se dirige. Era un edificio de 8 pisos y marca el octavo del elevador. Instituto de Certificación para Coaching.
Toca el timbre aun dudando de si estaba bien. Un joven muy delgado como de 30 años, cabello negro bien peinado con sonrisa afable le abre y comenta: -pasa, te estábamos esperando, Leila vuelve la vista atrás para cerciorarse que si alguien más hubiera -alguna otra persona tras ella-. Sí, te esperábamos a ti. Te explico por qué -siempre esperamos a las personas que tienen el anhelo de triunfar en la vida. Ella se asoma y observa al fondo de un salón, sentados en un círculo en cómodas sillas se encuentran 8 personas, cinco de ellas son mujeres dos muy jóvenes y
tres ya adentradas alrededor de 50 años de edad y los tres varones aparte del Coach que la recibió.¡Hola! soy Leyla, vine por el anuncio que está en el malecón, cuadras atrás.
-Sonriente, se levanta una chica de pequeña estatura como de 20 años, le extiende la mano y le comenta: - yo soy Diana, bienvenida a tomar las riendas de tu vida- y así le saludan todos.
-Siéntate- le dice el Coach mientras le acerca una de las cómodas silla, ¡intégrate!
-Estamos por iniciar la segunda sesión y es una Conferencia, se trata de 10 módulos, viernes y sábado de 7 a 9 pm. Cada módulo es por semana y los pagos son semanales, alcanzables a los bolsillos. La conferencia de hoy trata de preparar a quienes ya están dispuestos para escuchar, porque dice el dicho, el maestro aparece, cuando el alumno está preparado- y aclaren qué quieren lograr en la vida, en capacitarlos para Coaching de sus propias vidas, es aquí nuestro objetivo.
Iniciamos...
-Si quieres lograr algo, ponlo de meta para conseguirlo. Sé extremadamente protector de sí mismo. Sé tu propio superhéroe, con superpoderes, de mucha autoconfianza y la estima muy alta y esto te lo proporciona, ya sea de pronto o a cuenta gotas lo que se llama: Amor
propio--Sé protector de los que te rodean, más déjales ser.
Si te gusta ayudar a quien lo necesite de veras. Debes ser competitivo y a su vez congruente con lo que pienses, digas y actúes.
Terminada la plática, todos se despiden Leyla se queda asombrada de lo que escuchó. 2 meses de preparación intensiva semanal.
¿Tienes el Don?, ¿tienes talento?Le preguntó el Coach. La próxima sesión lo descubriremos, después de unos Test.
Recuerda que el costo es en pagos semanales, alcanzables a tu bolsillo. Entrego un certificado sellado por la instancia que lo acredita a nivel nacional.
Leyla salió haciendo cuentas, quien, como enfermera particular, estaba al cuidado de una pareja de ancianos, donde le dan la comida. En un horario de turno diurno de 7 a 5 pm, bien pagada.
Con el rostro lleno de ilusiones expresadas en emoción y alegría que antes mucho antes no sentía.
Sí, me alcanza en el trayecto Leyla pensó lo enamorada que estaba de León, a quien siguió durante 20 años, más siempre había algo que no la llenaba.
Subió escaleras sin usar el elevador del departamento que rentaban. Ella pagaba la renta y él la despensa. Se había descompuesto el televisor y también la aspiradora. Comenzaba a tener un ruido extraño el clima de ventana. Bien, pensó ella…. No, no me voy, me quedo a triunfar por mí sola y mi triunfo será el logro de mis sueños.
Abrió la puerta ahí seguía León, aún absorto en el celular, tal vez ni se dio cuenta del transcurrir de las dos horas de la ausencia de Leyla.
Tenemos que hablar - dijo ella- ¿Cuándo te piensas mudar? León respondió, en una semana, ya elegí el lugar, ahora iremos a la CDMX a probar suerte.
¡Bien! - respondió Leyla- Tú ve, adelante, me quedo, yo me quedo aquí. Me gusta Huatulco para vivir siempre.
¿Qué dices? - contestó León- ¿Se te ha soltado un tornillo?, Mañana me dirás que sí, ¿cómo es que ahora tienes en mente eso?, Nos iremos, ¡no se diga más!
Respondió Leyla - sí, mañana lo hablamos, estoy muy cansada. Sigiloso con sus rayos de luz, resplandeciente el sol por la ventana, entre los espacios de las cortinas.
-León, me voy a trabajar, regreso al rato.
¡¡Uhm!!- Aún más dormido que despierto, él susurra.
De vuelta a casa
- ¿Voy a mi hogar? -se pregunta ella-
¡¡Con la vida que llevo!!
León no está, ella se pone a recoger, calcetines a tender la cama, más ropa en el suelo tirada, lavar los trastes, esta tan sucio todo el departamento. Al fin termina, tan cansada.
Son las 8:00 pm. Cuando agotada conecta el celular que se descargó.
Se recuesta. A las dos horas llegó León, desgarbado, barbón, cansado y hambriento le dice: -Traje algo de alimento para los dos, es pollo rostizado, pan, haz unos emparedados-.
Leyla-responde -Estoy descansando hoy hice limpieza, por favor prepáratelos tú.
Llegado el día marcado por León- El pregunta a Leyla: - ¿Por qué no has empacado aún? -
- He decidido quedarme, lo siento, sé que te amo, más prefiero quedarme, si tú quieres irte, adelante...-León tomó su pequeña maleta, en silencio se dirigió hacia la puerta, salió y la cerró.
Fin e inicio de una nueva vida para ambos.

 


 Elena Guzmán Ramón es autora del libro "Aromas de la vida", en venta en Amazon.


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