Drip drop
Ahí va levantando su ojo
y hacha
ninguna música le dice
nada.
EI párpado se hunde y
aaah la música se alarga.
El ojo sale
drip drop drip drop drop drop
pero no hay agua entre escalones.
Ve escapar el ojo
da vueltas el molino
y la locomotora va a tu aldea.
Se deduce del monólogo
la monotonía.
Susana Szwarc nació en Quitilipi (Chaco). Ha publicado poesía, narrativa y teatro. Sus últimas publicaciones son: en cuentos, “La resolana” (2018) y su poesía reunida con “Decir la suerte” (2021); ambos libros editados por ConTexto (Resistencia, Chaco). En poesía también “Caracú” (2021, ed.Pixel, La Plata). En España se han reeditado sus libros “Bailen las estepas” (ed Liliputienese, 2016); “El ojo de Celan” y “Bárbara dice”, ambos por ed. Polibea (2019 y 2023). Sus libros de poesía (“Bárbara dice” y “El ojo de Celan” han sido traducidos al francés por la profesora Cristina Madero, al italiano por el poeta Alessio Brandolini (2011 y 2016); su nouvelle “Trenzas” al alemán por la escritora y traductora Dra. Erna Pfeiffer (2019). Obras suyas se han representado en varios teatros: La escala de San Telmo; el Centro de la cooperación; El camarín de las musas entre otros. Su cuento “No camines en el barro” fue llevado a la ópera por el compositor Cristian Varela y estrenada en 2011. Ha recibido diversos reconocimientos, entre ellos el Premio Alfonsina Storni por poesía con el libro “Bailen las estepas”; Premio regional por la novela “Trenzas”; beca del Fondo Nacional de las Artes. Es integrante del Club argentino de kamishibai (teatro de papel) y del Centro Pen en Argentina.
Ahí va levantando su ojo
y hacha
ninguna música le dice
nada.
EI párpado se hunde y
aaah la música se alarga.
El ojo sale
drip drop drip drop drop drop
pero no hay agua entre escalones.
Ve escapar el ojo
da vueltas el molino
y la locomotora va a tu aldea.
Se deduce del monólogo
la monotonía.
Cubre la lámpara
diminuta.
¿Quién sobre la página
me /deshace?
Que entrevea.
diminuta.
¿Quién sobre la página
me /deshace?
Que entrevea.
Lenta llega la música
el ojo es violeta el cuerpo
está partido.
**
Canción de cuna
No quedarse pegada a la falta
de comida.
Hay otros textos que descifrar,
no ese agujero de la olla vacía.
En la heladera
inmensa como vientre del noveno mes
sólo un cartón de leche
aguada. Cada día habrá
más agua ahí.
A las niñas engañadas
les crecen vientres
como heladeras vacías.
La más pequeña entona y habla.
Mientras,
madres bajo la lluvia
empapeladas de diarios sus cabezas
miran casas
vacías para alquilar.
No quedarse pegada a la falta.
De casa y comida no se ha de morir?
A solas
Lejos está el recuerdo y cuando
se acerca
aprieto los ojos. Pero sigue ahí
la hermanita
dando vueltas
entre paredes austeras,
el libro abierto.
Caminan ella, el libro, las paredes,
se le caen las medias.
¿Si ciega una, siega la otra?, ¿y
quién
riega las plantas?
¿Había plantas?
No escucha porque lee
en voz alta, lee lo que todavía
rueda hasta que se queda
y le alcanza una sola pared.
Tu cabeza tu cabeza tu cabeza
se golpea
contra
una vez y dos y mil veces
salgo corriendo.
Hasta que la rueda se aquieta,
la pared se aleja y la lluvia
nos mantiene
todavía despiertas.
© Susana Szwarc
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
el ojo es violeta el cuerpo
está partido.
**
Canción de cuna
No quedarse pegada a la falta
de comida.
Hay otros textos que descifrar,
no ese agujero de la olla vacía.
En la heladera
inmensa como vientre del noveno mes
sólo un cartón de leche
aguada. Cada día habrá
más agua ahí.
A las niñas engañadas
les crecen vientres
como heladeras vacías.
La más pequeña entona y habla.
Mientras,
madres bajo la lluvia
empapeladas de diarios sus cabezas
miran casas
vacías para alquilar.
No quedarse pegada a la falta.
De casa y comida no se ha de morir?
A solas
Lejos está el recuerdo y cuando
se acerca
aprieto los ojos. Pero sigue ahí
la hermanita
dando vueltas
entre paredes austeras,
el libro abierto.
Caminan ella, el libro, las paredes,
se le caen las medias.
¿Si ciega una, siega la otra?, ¿y
quién
riega las plantas?
¿Había plantas?
No escucha porque lee
en voz alta, lee lo que todavía
rueda hasta que se queda
y le alcanza una sola pared.
Tu cabeza tu cabeza tu cabeza
se golpea
contra
una vez y dos y mil veces
salgo corriendo.
Hasta que la rueda se aquieta,
la pared se aleja y la lluvia
nos mantiene
todavía despiertas.
© Susana Szwarc
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Susana Szwarc nació en Quitilipi (Chaco). Ha publicado poesía, narrativa y teatro. Sus últimas publicaciones son: en cuentos, “La resolana” (2018) y su poesía reunida con “Decir la suerte” (2021); ambos libros editados por ConTexto (Resistencia, Chaco). En poesía también “Caracú” (2021, ed.Pixel, La Plata). En España se han reeditado sus libros “Bailen las estepas” (ed Liliputienese, 2016); “El ojo de Celan” y “Bárbara dice”, ambos por ed. Polibea (2019 y 2023). Sus libros de poesía (“Bárbara dice” y “El ojo de Celan” han sido traducidos al francés por la profesora Cristina Madero, al italiano por el poeta Alessio Brandolini (2011 y 2016); su nouvelle “Trenzas” al alemán por la escritora y traductora Dra. Erna Pfeiffer (2019). Obras suyas se han representado en varios teatros: La escala de San Telmo; el Centro de la cooperación; El camarín de las musas entre otros. Su cuento “No camines en el barro” fue llevado a la ópera por el compositor Cristian Varela y estrenada en 2011. Ha recibido diversos reconocimientos, entre ellos el Premio Alfonsina Storni por poesía con el libro “Bailen las estepas”; Premio regional por la novela “Trenzas”; beca del Fondo Nacional de las Artes. Es integrante del Club argentino de kamishibai (teatro de papel) y del Centro Pen en Argentina.
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